lunes, 7 de septiembre de 2009

Con estas ALAS no vamos a volar mucho




En el ambiente de los sociólogos se llama habitualmente "el ALAS" al Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología. La edición de este año (la XXVII) se hizo en Buenos Aires.




Ansioso por mejorar mi deplorable nivel cultural, me acerqué a escuchar algunas de las mesas redondas en que destacados académicos expusieron sus trabajos.


Tenía la mejor voluntad de compartir con las adorables lectoras y los simpáticos lectores los nuevos conocimientos que obtuviera poniendo la oreja en tan importante acontecimiento. Lamento informarles que desperdicié mi tiempo tan lamentablemente como viendo a la selección nacional hacer papelones en las eliminatorias para el Mundial.


Los dignos investigadores parecen no haberse enterado de que el panorama económico, social y político del continente ha sufrido fuertes modificaciones en los últimos ocho años. Los más audaces citan a Venezuela, Ecuador y Bolivia como escapados del neoliberalismo, pero de todas maneras no tienen dudas de que el sistema neoliberal sigue imperando en el mundo casi sin fisuras.


No han tomado nota de muchos cambios que ya se remontan a una década. No se han enterado de la quiebra intelectual del pensamiento neoliberal, que se simboliza en el megaespeculador Soros reclamando regulaciones para la misma especulación financiera que lo hizo multimillonario. O el Premio Nobel de Economía Stiglitz denostando las mismas políticas neoliberales que impulsó cuando era alto funcionario del Banco Mundial.


A partir de la quiebra del experimento neoliberal en la Argentina en 2001, nuestra América morena se fue volviendo territorio hostil para ese tipo de políticas. Ya en Venezuela había empezado Chávez; en Brasil la planta neoliberal nunca terminó de echar raíces; la Argentina pegó un viraje profundizado en 2003 con el gobierno kirchnerista; Bolivia echó a patadas a su propio presidente neoliberal. En noviembre de 2005, el proyecto del ALCA fue enterrado en Mar del Plata. Poco después, los grandes deudores latinoamericanos del FMI cancelaron sus deudas y se libraron de las inspecciones del gendarme financiero internacional.


La crisis mundial iniciada a mediados de 2007 completó la debacle. Nadie sabe con precisión cómo y cuándo se superará la crisis, pero lo que es seguro es que el papel de la intervención estatal no respetará ya la "libertad de los mercados", la omnipotencia financiera y el aplastamiento de los trabajadores que fueron los rasgos fundamentales del período neoliberal.


Los sociólogos no parecen haber tomado nota de nada de esto. Por supuesto, en sus intervenciones fue mencionada la crisis mundial, pero no se puso en duda que el período neoliberal ha continuado y continúa como si tal cosa, siempre igual a sí mismo.


Lástima. Uno tenía la esperanza de aprender algo.




2 comentarios:

musidora dijo...

Hola. Lamento mucho lo que decís, pero tenés razón. La academia, en especial la gente que asiste a congresos, la que investiga, parece que lo hiciera dentro de una burbuja de cristal. No hay contacto, no digo con la realidad, sino con algo más modesto: con la situación personal de cada uno. Tienen terror de situar sus producciones intelectuales en un escenario local. Y de mecharlas con opiniones personales, menos. Ni soñando. Son capeces de usar ascépticamente la bibliografía más revolucionaria que existe, y después con orgullo defender la imparcialidad de sus trabajos.

Laura dijo...

No hay todavía un sociólogo europeo que haya conceptualizado el tema, don Andrés! De dónde te saco la categoría de análisis? Me extraña, araña....
Un teórico latinoamericano por ahí!