lunes, 7 de junio de 2010

Política, mientras esperamos el Mundial

La victoria de la gente de Alfonsín en la interna radical de la PBA exige, antes que nada, una autocrítica colectiva. ¿Cuánto se hubiera hablado de fraude, de aparato, de micros, de padrones volcados, etc., si ganaban los de Storani-Moreau (y Nosciglia)? No es la primera vez que pasa. Se va a terminar haciendo "cábala": para volcar la elección, hay que agitar el fantasma de que te van a hacer fraude.

Otro punto: a Cobos le van a pasar factura por mezquindad. No pone el cuerpo nunca (no es la primera vez). Si quiere ser un candidato mediático, con buena imagen, se va a tener que olvidar del "aparato". Todo no se puede.

Me imagino que algunas personas deben haber tenido "desagradables" sueños anoche.

Supongamos que lo esbozado ayer termina confirmándose, y Ricardo Alfonsín logra erigirse en el candidato radical para 2011. (Pino Solanas, o se sube junto con la "centroizquierda" aliada, el socialismo y el GEN, o proyecta un -ojo- nada despreciable 5% nacional; un negoción -en el buen sentido, sin escándalo-).

Y supongamos que el peronismo termina consagrando a Kirchner como candidato. Algunos, imaginando una opción entre Alfonsín-Kirchner, se deben poner a llorar. Por la falta de opciones "confiables" (es como López Murphy-Menem, pero al revés). Pienso en Mariano Grondona, o en Magnetto, por nombrar apenas a dos, medianamente relevantes, y que conozcamos todos. Guarda, sin “vía institucional”, su opción va a ser la conspiración directa y descaradamente. Paradoja para Alfonsín: no debería “matar” a Kirchner si quiere que alguien le cuide la gobernabilidad, en caso de ganar. Y eso, por supuesto, le limita mucho la campaña.

Su apuesta, entonces, estará en el peronismo disidente. Supongamos que le ganan la interna a Kirchner, con Macri, De Narváez, Rodríguez Saá o Duhalde. Seriamente, ¿tienen alguna chance, si no polarizan con Kirchner? No soy nadie para aconsejar, pero el peronismo debería tomar nota de esto. Puedo entender la racionalidad (aunque no compartirla, por supuesto) de optar por el Colorado o por Macri, si es para ganar: Pero para perder? Mejor perder con Kirchner, no?

La otra, es seguir el camino de Solá, e ir por afuera (Solá debe estar rezando que pase esto, porque si no, se queda solísimo, salvo que recule y “vuelva” al PJ). Me parecería lo más razonable. Forzar un escenario de triple empate (30, 30, 30). Y que la “lotería” de los porcentuales defina quiénes pasan a segunda vuelta.

Una cosita más, que me llamó la atención. Escuché a algún que otro compañero peronista, en estos días, decir que si en el radicalismo ganaba Alfonsín, al peronismo no le quedaba otra ya que virar definitivamente a la derecha. Puede ser cierto, en términos de conveniencia política, pero me sorprendería que el peronismo se dejara condicionar la interna por lo que pasa en el radicalismo. No creo que vaya a pasar.

Todo esto, visto a años luz. Primero, a ganar el Mundial, y en diciembre vemos.

2 comentarios:

A.C.Sanín dijo...

Supongo, Mariano, que esa gente (Magnetto & Cía.) la tiene ahora más complicada. Me parece (no es tu caso) que hay demasiada premura en dar por terminado a Cobos. Creo que la pelea por el control de la UCR va a ser muy complicada. Coincido en que Cleto va a tener que “meterse en el barro”, dejar el guitarreo del consenso y comprarse algún conflicto si quiere ganarle la interna a Alfonsín.
Me preocupa lo que señalás: sin “vía institucional”, sin fórmula “confiable”, la opcióndel Grupo va a ser la conspiración. Y ahí, tal vez, Ricardo sea un buen aliado del kirchnerismo para garantizar la gobernabilidad. Un abrazo.

Mariano dijo...

Efectivamente, Sanin, no considero muerto a Cobos. Pero para hacer suposiciones y/o pronósticos hay que hacer "como si", de a ratos.
Yo no hablo solamente del "Grupo" (que hay que ver qué queda, y si realmente es taaaan monstruo), sino un poco más ampliamente, de algunos dirigentes de SRA, ciertos sectores de la Iglesia, algunos ex-militares, miembros de AEA. No hay que subestimar la posibilidad de que se consolide una situación en que incluso como facción de la clase dominante pierdan espacio, o tengan que pararse de manos para retener las posiciones. Sin darle carácter revolucionario al tema, eh, sino por simple desarrollo de fuerzas productivas.
Abrazo.