lunes, 5 de noviembre de 2012

Colonialismo Moderno



La dominación colonial pasa por el despojo de tierras, el control del trabajo propio, pero ante todo, el de las identidades colectivas de la sociedad dominada, que son las fuerzas subjetivas que en definitiva amalgaman a las personas en torno a fines comunes y a fuerzas productivas técnicas y asociativas compartidas. Nombrar es unir y separar; es definir, cartografiar, territorializar y controlar.


El nombrar desde afuera o el autonombrarse forma parte de la trama básica del método de la dominación y de la emancipación en general; y cuando el nombramiento territorializa desde afuera del sujeto territorializado, estamos ante la manera más devastadora de la dominación, que es justamente la dominación colonial.

El colonialismo español lo primero que hizo fue re-significar y re-ubicar el mundo de las personas y las cosas: en lo territorial, “las Indias occidentales”, las ciudades; en lo administrativo, los virreinatos, las intendencias, etc.; en lo económico, las reparticiones, las encomiendas, la mit`a; en lo religioso, las iglesias, la nueva fe, las nuevas prohibiciones morales, los nuevos bálsamos espirituales; en el lenguaje, el idioma dominante y el nuevo idioma general. Y como legitimación de esta reconfiguración material de la vida, el
alma y el Yo colectivo, aparecerá la indianitud: “los indios” como nueva identidad colonizadora que buscará barrer el Yo colectivo de las múltiples naciones originarias, sus raíces y su memoria.

Denominar es dominar, y el colonialismo de-nominó todo; no dejó piedra sobre piedra de la antigua estructura societal, y allí donde no pudo hacerlo, se sobrepuso sobre ella para subsumirla, como los templos que se construyeron encima de las Wak`as o las instituciones coloniales que se sobrepusieron a las estructuras comunales locales persistentes.

Grande Alvaro, grande!

1 comentario:

Mariano T. dijo...

También es colonialismo incautar el buque escuela de un país de menor status.